Artesanalmente, como en Francia

Ayer fui feliz. Ustedes saben de mi amor por las cosas bellas, de lo mucho que disfruto cuando soy parte de algún momento que tiene algo de mágico y también saben que enseguida quiero compartirlo acá porque la pasión por la belleza nos hermana, verdad? Bueno, entonces entenderán de qué les hablo cuando lean este post.

Ayer se llevó a cabo la presentación del tema del año 2011 en Hermès: Artesanos contemporáneos. Justamente, de la labor que de manera ancestral hace esta prestigiosa casa francesa nos habla el catálogo -Le monde d'Hermès- en su tapa e interiores, y nos invita a conocer los secretos de los míticos talleres ubicados en Pantin, muy cerca de París.

"Un arte de hacer, más que un saber hacer, se despliega aquí. No se impone por decreto. Un artesano no se inventa".

Les decía que se realizó una presentación y el lugar elegido no fue casual: la cita fue en La Panadería de Pablo, el nuevo restó de Pablo Massey en el que los cocineros, como artesanos de la comida, preparan sus delicias a la vista de todos. Una invitación a jugar con los sentidos...

La Panadería de Pablo - Defensa 269, San Telmo

Y allí se produjo el momento mágico... En un rincón, modesto y sin ningún gesto que desentonara, un artesano venido especialmente de Pantin hacía su trabajo a la vista de todos, y cuando me acerqué a verlo, estaba en pleno proceso de confección de una cartera Kelly... Sí, ese proceso que mil veces yo había visto por internet y que me parecía un truco de magia estaba sucediendo ante mis ojos, en Buenos Aires...

A medida que iba desarrollando su labor nos contaba en francés y con traducción simultánea de Gabriel -un encanto de persona que trabaja en el local de Alvear- cúales eran los pasos en la confección y la cantidad de controles que se realizan luego de terminada cada pieza. Para que se den una idea, además de revisarla él mismo, dos personas más vuelven a hacerlo, y antes de embalarla se chequea nuevamente que nada esté fuera de los altos estándares de calidad exigidos.

Y así, entre panes, cosas ricas caseras y el trabajo artesanal del cuero, el círculo de transformación de la materia prima en un producto cobró vida ante nosotros... La pasión con que se hacen estas cosas, el detalle y la dedicación de un artesano contemporáneo que mantiene viva la tradición ancestral, la paciencia frente a la vorágine; todo me hizo pensar en lo importante que es hacer cada quien lo que le corresponde para alcanzar grandes objetivos. Cuando cada uno de los eslabones de una cadena se concentra en lograr lo mejor, el resultado deseado llega... Como esas carteras Kelly que nos hacen suspirar y que alguna vez fueron solo idea, cuero, hilos y metal... Sólo el arte de hacer les dio vida...

No pude resistirme a la foto con el artesano en acción

Y como si el regalo de ver este trabajo no fuera suficiente, nos despidieron con un presente de Hermès y unas exquisiteces de La Panadería que rápidamente fueron disfrutadas... ¿Qué había en las bolsitas? Un ejemplar del catálogo...

Y este precioso llavero

Así finaliza mi racconto de la mañana de ayer. ¿Ahora entienden por qué fui feliz? Espero que les haya gustado el post, dejen sus comentarios y opiniones como siempre, amig@s... Nos vemos:>