París en celuloide y en papel

El sábado pasado fui a ver la última película de Woody Allen, Midnight in Paris. Desde antes de su estreno sabía que iba a cautivarme, y cuando comencé a leer algunas críticas y reviews, como la del blog de Marisa, me convencí de que tenía que ir cuanto antes. No les hablaré acá del vestuario del filme porque de eso se encargó mi amigo Gonzalo y lo hizo muy bien. Simplemente quería compartir con ustedes algunas cuestiones que se ven en la película y que coinciden con algo que estuve leyendo durante el fin de semana...

Sucede que el diario Clarín sacó una nueva colección de fascículos que componen El gran libro de la Moda, un recorrido por hitos y clásicos del fashion system desde fines del siglo XIX hasta nuestros días. Si bien hay muchas publicaciones de este tipo en el mercado, nunca está de más para l@s amantes de la moda, sumar material de consulta.

A estas alturas se preguntarán qué tiene que ver una cosa con la otra, verdad? Pasa que en este primer fascículo los temas que se desarrollan son el surgimiento de la moda como fenómeno social en el siglo XIX y su impacto en las primeras décadas del XX, así como las publicaciones de referencia que surgieron entonces. El análisis comienza haciendo hincapié en los códigos indumentarios de la Belle Époque de los que ya hemos hablado acá mismo en ocasión de comentar otra película. Bien, en el filme de Allen, hay un momento en que se evoca el París de aquellos años, se ven las típicas vestimentas femeninas con silueta en S, sombreros y accesorios importantes y peinados a la usanza de ese tiempo en que Charles Worth marcaba tendencia.

Fuente: El libro de la Moda (Clarín)

Les comentaba que en este fascículo se hablaba también de las revistas de dicho período. Y si pensamos en publicaciones femeninas de referencia en la Belle Époque no podemos dejar de nombrar a las dos principales: Harper's Bazaar y Vogue. Ambas americanas, ambas surgidas de la necesidad de las clases acomodadas de ese país de adquirir rasgos de nobleza -que en el nuevo continente brillaban por su ausencia-, y ambas deseosas de recrear en esas tierras los aires glamorosos de París. La competencia entre ambas fue marcando el propio ritmo de su evolución, ya que en el afán de destacarse, contrataban a los mejores artistas del momento para ilustrar sus tapas e interiores.

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Además, en Midnight in Paris hay muchas referencias a los 20's. Los años locos, las chicas flappers, la follie desenfrenada y l'aire du temps que se respiraba en la capital francesa están perfectamente reflejados allí. De esa época también hablamos en otras ocasiones acá y acá; pero podemos destacar a modo de síntesis la nueva silueta femenina que ya no se regía por el corset sino que adoptaría la forma cilíndrica con talle en la cadera, una letra H. Languidez y exotismo serían los denominadores comunes en los diseños de Paul Poiret.

Fuente: El Libro de la Moda (Clarín)

La exquisita Marion Cotillard no podía ser mejor exponente para encarnar la vanguardia de los años 20's, y Woody Allen sabe cómo aprovecharla para que componga a la sensible y romántica Adriana.

Adriana luce la moda flapper propia de esas chicas divertidas y libres que poblaban la noche de París

Así como se vieron las tapas de revistas femeninas en la Belle Époque, en el fascículo aparecen las joyas propias de la década de 1920. Allí, Vogue y Bazaar se sacaban chispas no sólo con sus ilustradores, sino con la organización de eventos y la disputa por ganar los favores de Paris. Vale la pena leer esa contienda en el texto.

En el fascículo se analizan las ilustraciones y artistas de cada revista. Sale los sábados con el diario a $9.90 o sólo, $14.90 y son 16 números.

Este cruce entre el filme y la revista me sirve para volver al tema que a vari@s nos moviliza y mucho... París. Alguna vez les hablé acá de lo que significó para mí haber tenido la suerte de ir a esa ciudad. Pero lo que no les conté es que ese viaje fue artífice de mi decisión de dedicarme a la moda. Estar allí, percibir la belleza de lo simple y lo majestuoso en cada esquina, comprobar lo que significa vivir la semana de la moda en la capital por excelencia, recorrer los lugares que me sabía de memoria por haberlos visto mil veces en el cine o en libros y comprobar que son aún más bellos; todo eso me dio el empujón que necesitaba para tomar la decisión de estudiar producción y de escribir este blog. Y ello volvió a mí mientras miraba la película de Allen. La sonrisa no se me borró de la cara en ningún momento y al terminar me dieron unas ganas locas de volver a la Ciudad Luz. Por eso quise dejarlo plasmado aquí acompañado de este material bibliográfico que promete analizar y revelar detalles de la moda con París como eje indiscutido del relato. Espero que mi recomendación les sirva e interese. Seguro que tendrán algo para decir, verdad? ¿Compraron el fascículo? ¿Vieron la película? ¿Qué les pareció? No dejen de comentar, ami@s... Me encanta leer sus opiniones e ideas.
Empezamos a transitar la semana aniversario del blog, estén atent@s a las sorpresas que se vienen. Les deseo un buen lunes, seguimos on line... Besitos:>